La ciberseguridad es un aspecto en que no importa lo grande, importante, pequeño o desconocido que seas, te tiene que importar. Y mientras es cierto que las compañÃas más grandes son objetivos más potenciales, nosotros tampoco estamos a salvo, pero la diferencia es que las grandes empresas tienen muchas medidas de seguridad que las salvan en la mayorÃa de ocasiones de los ataques que sufren.
El último ejemplo de ello lo tiene Google, quien la semana pasada informó sobre un ciberataque que habÃa sufrido la compañÃa durante el mes de agosto, y que afortunadamente pudieron combatir y evitar que sus sistemas se vieran perjudicados.
Según han explicado en un comunicado, en agosto lograron superar el mayor ataque DDoS del que se tiene constancia. Un ataque de denegación de servicio (DDoS, por sus siglas en inglés), consiste en intentar acceder a un sistema o red y causar que un servicio o recurso sea inaccesible a los usuarios legÃtimos, para ello se suele enviar de manera masiva peticiones hasta que el servidor colapsa.
En el caso que registro Google hace un par de meses, durante el ciberataque se registraron más de 398 millones de peticiones por segundo (RPS). En otras palabras, el ataque que duró tan solo dos minutos generó más solicitudes que el número total de visualizaciones de artÃculos de Wikipedia durante todo el mes de septiembre de 2023.
Google asegura que es el mayor ataque DDoS jamás registrado, y que en comparación con su antecesor, otro ataque de este tipo registrado el año pasado, la compañÃa de la G asegura que este es siete veces mayor y que emplea nuevas técnicas para intentar interrumpir sitios web y servicios de Internet.
Al parecer, el objetivo del ciberataque era deshabilitar los servicios de Google Cloud Platform, la plataforma que alberga todas las herramientas de desarrollo en la nube para las empresas, y que ofrece herramientas de almacenamiento, análisis de datos o aprendizaje automático entre otras.
El motivo por el que Google pudo resistir este ataque es debido a su enorme infraestructura global, que gracias a su envergadura pudo absorber y mitigar el ataque DDoS antes de que llegara a los servidores. "La red privada global (GPN), el sistema global de balanceo de carga (GLB) y el servicio Cloud Armor resultaron determinantes", explicaron en un comunicado oficial.